lunes, 20 de octubre de 2014

Reseña: La BIG Rabia - Leche & Mierda (Furtivo Records, 2014)


Si el primer álbum de cualquier grupo sirve de carta de presentación, es hasta su segundo lanzamiento cuando se comprueba si son una realidad o quedan relegados a una promesa no cumplida. Dentro de este tenor se encuentra Leche & Mierda, el segundo álbum del dueto chileno de rock & roll La BIG Rabia, que acaba de ver la luz a través del naciente sello Furtivo Records.

En el caso de los sudamericanos se aprecia a dos personas adictas al trabajo y, especialmente, a crear música. Mientras otros se tardan años en componer temas para lanzar un nuevo material, aquí tenemos a unos workaholics que no saben lo que significa la palabra vacaciones.

Con un sonido alimentado del primigenio rock & roll, el punk feroz y el blues lúgubre, el binomio conformado por Puñete (guitarras, voz, bajo, percusiones y teclados) y Vaniv X (batería) presenta una cara refinada de lo mostrado en su primer LP, Congo Zandor (Algorecords, 2012), y en los diversos EP’s que han lanzado a lo largo de su corta carrera.

La pareja muestra en la abridora “Hacia El Norte” los elementos que ya forman parte de su ADN: una guitarra filosa que corta la respiración, una escueta batería y los gritos desgarradores de Puñete, que de inmediato hacen recordar a Tom Waits, The Cramps y Los Saicos. En las antípodas se encuentra “Por Ella”, tema que cuenta con la colaboración vocal de Natalia Álvarez y el saxofón de Carlitos Rodríguez, con lo que se logra un elegante sonido que ronda los terrenos del jazz. Otra faceta de los chilenos se aprecia en “Lo Voy A Soportar”, que cuenta con una pegajosa batería que tiene una deuda pendiente con el primigenio rock & roll. Y tampoco se puede dejar de mencionar “Zapata!”, composición con una feroz letra que incita a la revolución y que fue inspirada, como el título lo hace notar, en el caudillo mexicano.

En conjunto, los doce temas sirven para conocer a un grupo de muchas caras pero que ante todo, está comprometido con la música. Pasan con una facilidad del blues-punk oscuro al rock & roll bailable y de ahí se adentran por el gospel. Mientras mantengan este nivel dentro de su frenético trabajo, que sigan lanzando todos los discos que quieran.



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